lunes, 4 de octubre de 2010

Pintura al óleo





El término óleo puede referirse a:
§  el aceite (óleo proviene del latín oleum que significa aceite);
§  la pintura al óleo, una técnica de pintura;
§  los santos óleos, unos aceites utilizados para algunos sacramentos religiosos.
           
En arte se conoce como óleo a los aceites que se usan para combinar con otras sustancias y obtener así un producto idóneo para la pintura y como extensión, se fueron llamando óleos a la misma pintura en sí.
El uso del óleo se conoce desde la modernidad y estaba ya extendido entre los artistas de la Edad Media sobre todo combinándolo con la pintura al temple o al fresco. Con esta mezcla retocaban las obras realizadas en yeso y conseguían así un secado más rápido. Con el avance y las investigaciones de la alquimia se fueron inventando mezclas favorables para los resultados de la pintura. El aceite que más se empleaba era el de linaza que solía mezclarse con los pigmentos de minerales que son los que proporcionan el colorido, pero no era el único y cada artista en su taller tenía su propia fórmula que guardaba muy en secreto. Muchos siguieron los consejos y experiencias escritos en el Tratado del monje Teófilo que ya se conoce y se menciona en el año 1100.
Esta pintura obtenida con la mezcla de óleos ofrecía muchas ventajas al pintor, entre otras, el poder realizar su obra lentamente y sin prisas de acabado (lo contrario de lo que ocurría en la pintura al temple, o al fresco), el poder retocar la obra día a día, variar la composición, los colores, etc.
Las bases sobre las que se aplica el óleo son diversas, sin que por ello varíe su aspecto. Lo que si varía es la técnica de preparación de estas bases pues es muy distinto pintar sobre lienzo, tabla, fresco o cobre. A partir del siglo XVII con el arte barroco los pintores eligieron como soporte favorito de sus pinturas al óleo sobre lienzo, siendo este más práctico para la elaboración de grandes composiciones, que la tabla. De tal forma tomó importancia el material empleado por los artistas que se empezó a emplear la palabra lienzo u óleo en lugar de cuadro para designar las obras pictóricas. Los primeros grandes artistas de pintura al óleo fueron los flamencos.
La tradición sostiene que fueron los hermanos Van Eyck los que inventaron la pintura al óleo. Esta afirmación, falsa, se basa en que, efectivamente fueron ellos, sobre todo Jan, los que explotaron las innumerables posibilidades de esta técnica, infrautilizada hasta entonces.
Van Eyck utilizaba el óleo con gran precisión y los venecianos (Tiziano) lo ampliarán aprovechando las posibilidades de textura de la pintura con base de aceite. La perspectiva aérea la desarrolla Leonardo de Vinci (la Gioconda). El flamenco Rubens, pintor barroco parte de una base oscura o neutra. Estos pintores se caracterizaban por ser directos en grado extremo (capas con gran vitalidad y mínimas correcciones). Rembrandt creará el "grisaille"; éste se convirtió en el método académico en el siglo XVIII. En el Romanticismo hay mayor libertad técnica. En el impresionismo los pintores usan una técnica más directa. En el expresionismo abstracto hay un intento de primar la expresión en lugar de la corrección técnica, igual que los neoexpresionistas.
El equipo que usan estos artistas son pinceles (cerda blanca o marta roja, también de pelo sintético, y diferentes tamaños), espátula, caballete y paleta. Las técnicas fundamentales son, trabajar por capas, o en directo "alla Prima".

Óleo sobre muro
En primer lugar, el artista se disponía a preparar la pared para recibir la pintura (Imprimación). La técnica está descrita por Giorgio Vasari (1511-1574), arquitecto y pintor teórico del arte italiano en su obra Le Vite:


Primero se satura la superficie del enlucido con varias capas de aceite cocido, hasta llegar al punto en que la pared ya no absorba más. Cuando está la superficie seca se aplica una capa de blanco de plomo, de aceite, de amarillo de plomo y de arcilla refractaria. Se dan las últimas capas con polvo de mármol muy fino y cal, más una aplicación de aceite de lino. Para terminar, se extiende una mano de pez griega.
Esta técnica fue la utilizada preferentemente por los artistas de la pintura flamenca. Sin embargo, gran número de pinturas italianas de la primera época renacentista estaban pintadas sobre tabla. Se preparaba la tabla con una capa de carbonato de cal terroso (creta) blanco y cola animal(gesso). De esa manera la madera resultaba compacta y lisa, a la espera de la pintura.
Es importante que la tabla que usar se encuentre en óptimas condiciones y que preferentemente sea nueva.
Óleo por veladuras
El óleo trabajado a base de veladuras es la técnica de pintar que más se utilizó en el Renacimiento. También fue frecuentemente utilizada por artistas posteriores. Rembrandt, por ejemplo, finalizaba sus cuadros con numerosas veladuras de color transparente sobre la base seca. La veladura consiste en capas muy delgadas de pintura, de forma que se transparente la capa inferior, así el color que veremos es el resultado de la mezcla del color inferior más el de la veladura.
Para realizar una veladura es necesario que la capa inferior esté perfectamente seca. Dicha capa inferior puede ser de óleo o de acrílico, pero nunca debe hacerse al contrario, es decir, no debe pintarse acrílico sobre óleo. En la antigüedad se utilizaba frecuentemente una base de temple sobre la que, una vez seca, se iban añadiendo las sucesivas veladuras de color al óleo. La transparencia y profundidad conseguida así dan una calidad inimitable a las obras pintadas enteramente siguiendo esas técnicas.
Para adelgazar la pintura se deben usar medios esencialmente naturales.
Curiosidades
§  Existía un pigmento llamado marrón de momia que se obtenía de la descomposición de las momias que se importaban de manera clandestina desde el siglo XII.
§  Los distintos artistas tenían y tienen sus trucos para poder dar a la pintura el aspecto de veladuras, imágenes en profundidad, y detalles microscópicos. La técnica para estos casos era o es diluir más o menos la pintura en aceite de linaza mezclado con esencia de trementina. Respetando siempre el graso sobre magro. Las capas inferiores se diluyen en esencia de trementina (capa magra ya que la esencia de trementina es un disolvente). Si en las siguientes capas necesitamos una pintura más fluida se tiene que diluir con medium (dos partes de esencia de trementina y una de aceite de linaza), por lo tanto en esa capa la pintura tendrá un mayor porcentaje de grasa que la anterior.
§  El color llamado rose doré utilizado para los rostros se obtenía con la orina de las vacas indias previamente alimentadas con hojas de mango. Poco a poco fue cayendo en desuso.
§  El rojo intenso se hacía con ayuda de un insecto llamado cochinilla.
§  En la antigüedad el color más costoso era el azul ultramar, obtenido de una piedra semi preciosa, el lapislázuli. Era el color utilizado en la pintura de los mantos de la Virgen, y era frecuente que su cantidad, uso y extensión fuera objeto de especificaciones muy precisas en los contratos realizados entre los comitentes y el artista.
§  Los artistas venecianos de final del siglo XV fueron los primeros que utilizaron el lienzo libre montado sobre un armazón.
§  La tela alcanzó su máximo esplendor como soporte en el siglo XIX con los impresionistas, cuando se comenzó a extender la pintura al aire libre y se hicieron necesarios soportes más ligeros y fáciles de transportar.

sábado, 25 de septiembre de 2010

El Pilar de Zaragoza






La tradición afirma que hubo una capilla primitiva, respetada durante la dominación musulmana. Tras la conquista de Zaragoza por Alfonso I (1118), fue sustituida por un templo románico. Este templo románico, fue construido durante el pontificado del Obispo Don Pedro de Librana. De este templo aún se conserva un tímpano (hoy colocado en el muro sur junto a la puerta baja del templo) ; es un tímpano centrado por gran crismón rodado que se decora con cierta ingenuidad y monotonía, con rosetas inscritas en círculos unas, más naturalistas otras y recortadas las e la parte baja por las mordeduras del tiempo.

En 1434 un incendio dañó de tal manera al conjunto que se impuso la construcción de una nueva iglesia. Comienza entonces la construcción de un nuevo templo gotico-mudejar que sustituye la iglesia románica. El año 1515, siendo arzobispo de Zaragoza don Alonso de Aragón , se concluyó la construcción. La iglesia gótica era de una cierta amplitud, y estaba constituida por la iglesia propiamente dicha, de una y amplia nave únicamente, y de un claustro pequeño y recargado donde estaba emplazada la Capilla del Pilar. Iglesia que continuó dedicada a la Asunción, pero que era llamada habitualmente de Santa María la Mayor.

La iglesia de Santa María ocupaba un espacio, indudablemente mucho más pequeño que el actual, y se situaba de una manera notablemente diferente con respecto al templo de ahora. Este templo se enriquecía con importantísimas piezas de carpintería mudéjar (de la que puede ser un ejemplo el conjunto de contraventanas conservadas en la Sacristía Mayor); y en los pies de la nave se emplazaba la monumental sillería de coro que aún se puede admirar en el Templo actual. Pero lo más relevante de aquel conjunto iba a ser el monumental retablo de alabastro cuyo encargo se inicia en 1434, pero que se contrata definitivamente con Forment en 1509.
Como la devoción a la Sagrada Imagen iba en aumento, el zaragozano Juan de Marca, antes de 1638, planteó la necesidad de una construcción más importante y que tuviera una adecuación con la intensidad de esa creciente devoción. Comprendiéndolo bien el Cabildo decidió convocar un concurso para la nueva y más monumental construcción. En la mente de los devotos, y también en la del Cabildo, se estableció un afán de emulación con respecto a la más grande de las iglesias zaragozanas del momento: la Catedral de El Salvador. Esta catedral tenía una planta de salón amplísima y se trataba también de que el Templo del Pilar tuviese ese mismo aspecto. Pero por otra parte, la Catedral era de estilo gótico mientras que parecía oportuno que para el nuevo Templo del Pilar se buscase un estilo más actual, siendo clara la presencia del modelo de San Pedro de Roma que se quería transparentar, con intención de modernidad absoluta, en algunos de los proyectos.
La nueva construcción, ya de inicio monumental, basándose en las líneas del modelo lejano (o sea San Pedro de Roma) se construyó en el tono de la arquitectura barroca del momento, confiriendo robustez a los pilares y ornamentaciones de los mismos y, dada la monumentalidad de la construcción, una continuidad de bóvedas que debía resultar bastante pesada. La traza general del templo se encargó a Felipe Herrera el Mozo, comenzando las obras en 1681. Lo principal del edificio barroco, incluidas las cúpulas, estaba terminada en 1754. Mientras tanto, en 1725 el Cabildo decidió transformar el aspecto de la Santa Capilla, lo que encomendó a Ventura Rodriguez.
Cuando Ventura Rodríguez recibe el encargo de terminar la Capilla dedicada a la Virgen del Pilar y retocar el conjunto del Templo, estableciendo la unidad de los elementos, va a ser este genial arquitecto el que configure el monumento actual, seleccione una parte de su ornamentación, e invente estos elementos de tono ya más clasicista; y será él quien planeará la ornamentación en los pilares y en los frisos, que cobran singular elegancia y pierden parte de su maciza densidad con huecos en los que se encajaban espléndidos flameros dorados. En 1765 quedaba terminada la obra de la Santa Capilla.
Las obras del templo se prolongarán por varios siglos. En 1872 se concluyen las obras del cubrimiento completo con la terminación de la gran cúpula central y la primera torre, a las que seguirán las siguientes levantadas en 1907 y 1961, con lo que quedó rematada la totalidad de la inmensa fábrica.
                                  
La tradición afirma que hubo una capilla primitiva, respetada durante la dominación musulmana. Tras la conquista de Zaragoza por Alfonso I (1118), fue sustituida por un templo románico. Este templo románico, fue construido durante el pontificado del Obispo Don Pedro de Librana. De este templo aún se conserva un tímpano (hoy colocado en el muro sur junto a la puerta baja del templo) ; es un tímpano centrado por gran crismón rodado que se decora con cierta ingenuidad y monotonía, con rosetas inscritas en círculos unas, más naturalistas otras y recortadas las e la parte baja por las mordeduras del tiempo.
En 1434 un incendio dañó de tal manera al conjunto que se impuso la construcción de una nueva iglesia. Comienza entonces la construcción de un nuevo templo gotico-mudejar que sustituye la iglesia románica. El año 1515, siendo arzobispo de Zaragoza don Alonso de Aragón , se concluyó la construcción. La iglesia gótica era de una cierta amplitud, y estaba constituida por la iglesia propiamente dicha, de una y amplia nave únicamente, y de un claustro pequeño y recargado donde estaba emplazada la Capilla del Pilar. Iglesia que continuó dedicada a la Asunción, pero que era llamada habitualmente de Santa María la Mayor.
Como la devoción a la Sagrada Imagen iba en aumento, el zaragozano Juan de Marca, antes de 1638, planteó la necesidad de una construcción más importante y que tuviera una adecuación con la intensidad de esa creciente devoción. Comprendiéndolo bien el Cabildo decidió convocar un concurso para la nueva y más monumental construcción. En la mente de los devotos, y también en la del Cabildo, se estableció un afán de emulación con respecto a la más grande de las iglesias zaragozanas del momento: la Catedral de El Salvador. Esta catedral tenía una planta de salón amplísima y se trataba también de que el Templo del Pilar tuviese ese mismo aspecto. Pero por otra parte, la Catedral era de estilo gótico mientras que parecía oportuno que para el nuevo Templo del Pilar se buscase un estilo más actual, siendo clara la presencia del modelo de San Pedro de Roma que se quería transparentar, con intención de modernidad absoluta, en algunos de los proyectos.
La nueva construcción, ya de inicio monumental, basándose en las líneas del modelo lejano (o sea San Pedro de Roma) se construyó en el tono de la arquitectura barroca del momento, confiriendo robustez a los pilares y ornamentaciones de los mismos y, dada la monumentalidad de la construcción, una continuidad de bóvedas que debía resultar bastante pesada. La traza general del templo se encargó a Felipe Herrera el Mozo, comenzando las obras en 1681. Lo principal del edificio barroco, incluidas las cúpulas, estaba terminada en 1754. Mientras tanto, en 1725 el Cabildo decidió transformar el aspecto de la Santa Capilla, lo que encomendó a Ventura Rodriguez.
Cuando Ventura Rodríguez recibe el encargo de terminar la Capilla dedicada a la Virgen del Pilar y retocar el conjunto del Templo, estableciendo la unidad de los elementos, va a ser este genial arquitecto el que configure el monumento actual, seleccione una parte de su ornamentación, e invente estos elementos de tono ya más clasicista; y será él quien planeará la ornamentación en los pilares y en los frisos, que cobran singular elegancia y pierden parte de su maciza densidad con huecos en los que se encajaban espléndidos flameros dorados. En 1765 quedaba terminada la obra de la Santa Capilla.
Las obras del templo se prolongarán por varios siglos. En 1872 se concluyen las obras del cubrimiento completo con la terminación de la gran cúpula central y la primera torre, a las que seguirán las siguientes levantadas en 1907 y 1961, con lo que quedó rematada la totalidad de la inmensa fábrica.

Plaza de Bibarambla (Granada)




El nombre Bibarrambla significa "Puerta del Río" ya que la plaza se situaba originalmente en la orilla arenosa del río. En épocas árabes, se celebraban fiestas y justas aquí, y después en los tiempos de los cristianos había corridas de toros. A diferencia de las corridas de hoy en día, eran sumamente violentas y durante una corrida en agosto de 1609, 20 toros mataron a 36 personas y lesionaron a unas 60 más.

Después de la Conquista Cristiana, sin embargo, se celebraron los autos-da-fé en la plaza para decidir la suerte de muchos ciudadanos. También se quemaron muchos importantes manuscritos, documentos y libros, (sobre todo los Coranes), igual que en muchas otras plazas públicas en Granada, y se estiman que cerca de un millón fueron destruidos de esta manera.
Con el tiempo, se han realizado muchos cambios. Se construyeron unos edificios con arcos en un lado donde trabajaban los escribas, y se establecieron unas aduanas para controlar las especias y los textiles que entraron en la ciudad. También organizaron ferias de caballos aquí.

Cuando entras en la plaza desde Zacatín, las calles que hoy hay a la izquierda no existían en el siglo XVI, y fue aquí donde estaban los mercados de pescado y carne. Más tarde había un mercado de verduras y hortalizas aquí pero fue quitado en 1837 y se levantó una fuente y una plataforma en el centro, construidos de los materiales de los conventos que se habían derribado en la vecindad. 
En 1880, se trasladaron los mercados de carne y de pescado. La fuente fue reemplazado por la estatua de Fray Luis de Granada que ahora se sitúa en la plaza de Santo Domingo.

Patio de los Arrayanes

El Patio de los Arrayanes se ha llamado de diversas formas a lo largo del tiempo. La actual denominación (al igual que la de Patio de los Mirtos) se debe a los macizos de arrayanes (o mirtos) cuyo color verde vivo contrasta con el piso de mármol blanco del patio, y que rodean al estanque central. También se le llamó Patio del Estanque o de la Alberca, precisamente por este estanque, de 34 metros por 7,10 metros, que divide el patio longitudinalmente y se abastece de agua gracias a dos pilas de mármol situadas en cada extremo. A ambos lados del patio se encuentran dos naves de aposentos y, en los lados menores, se levantan unos pórticos, sostenidos por columnas de capiteles cúbicos, de siete arcos semicirculares adornados con rombos calados e inscripciones de alabanza a Dios. El arco central es mayor que los otros seis, y presenta enjutas macizas con decoración de ataurique y capiteles de mocárabes.

La galería sur tiene en sus extremos alacenas con vasares de mocárabes y la siguiente leyenda: «La ayuda y la protección de Dios y una victoria espléndida para nuestro Señor Abu Abd' Allah, emir de los musulmanes». La inmensa mayoría de las inscripciones que aparecen en este patio son loas a Dios o al emir. La dependencias que existían en este pórtico sur fueron parcialmente demolidas para construir el Palacio de Carlos V. En la planta superior, sobre un corredor, encontramos una galería de seis arcos y dintel más elevado en el centro, con zapatas de madera, escalonadas y cubiertas de ataurique, con celosías de fines de siglo XIX.

Como ya hemos indicado con anterioridad, existen distintas habitaciones que han desaparecido pero de las que se han encontrado indicios que nos permiten saber que existieron. El derribo de estas estancias ha hecho crecer la leyenda de que el emperador Carlos V destruyó el palacio de invierno de la Alhambra para edificar el suyo, aunque diversos estudiosos, si bien no se han puesto totalmente de acuerdo en qué era lo que había en aquellas habitaciones, sí coinciden en señalar que no existe ningún indicio de la existencia de ese palacio de invierno.

Las naves laterales eran utilizadas como residencia de mujeres. En la planta baja existen varias puertas que conectan (o conectaron) con distintas dependencias. La decoración del patio en esta galería, excepto el zócalo de azulejos se rehizo durante el siglo XIX, adornándola como el pórtico opuesto.

En la parte superior de la galería norte, tras la que se alza la Torre de Comares, existe un parapeto con dos pequeñas torres laterales, que se rehicieron en 1890 al arder el techo de esta galería y el de la sala siguiente. Los extremos de la galería presentan alacenas con arcos, cúpulas y vasares de mocárabes, sobre un zócalo de azulejos de finales del siglo XVI, el cual presenta una inscripción en su parte superior correspondiente a un poema de Ibn Zamrak, en honor de Mohamed V tras la conquista de Algeciras en 1368.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Torre de BELÉM (Lisboa)

La torre de Belém, situada en la ciudad de Lisboa capital de Portugal, es obra de Francisco de Arruda y constituye uno de los ejemplos más representativos de la arquitectura manuelina. En el pasado sirvió como centro de recaudación de impuestos para poder entrar a la ciudad.

Su construcción fue iniciada en 1514, bajo el reinado de Manuel I de Portugal (1495-1521), teniendo como arquitecto a Francisco de Arruda. Sus obras quedaron a cargo de Diogo Boitaca, que, en la época, también dirigía las ya adelantadas obras del vecino Monasterio de los Jerónimos de Belém. Las obras finalizaron en 1520.

Se encuentra situada en la desembocadura del río Tajo, en el barrio de Santa Maria de Belém de esta ciudad al suroeste de Lisboa.

El monumento tiene las influencias islámicas y orientales, que caracterizan el estilo manuelino y marca el fin de la tradición medieval de las torres de homenaje, formando uno de los primeros baluartes para artillería en Portugal.

Parte de su belleza reside en la decoración exterior, adornada con cuerdas esculpidas en piedra, galerías abiertas, torres de vigilancia en estilo mozárabe y almenas en forma de escudos decoradas con esferas armilares, la cruz de la Orden de Cristo y elementos naturalistas, como un rinoceronte, alusivos a los descubrimientos en ultramar. El interior gótico, localizado bajo el piso inferior, sirvió como armería y prisión cantería de piedra.

La torre cuadrangular, de tradición medieval, se eleva cinco pisos por encima del baluarte, de la forma:

  • Primer piso - Sala del Gobernador.
  • Segundo piso - Sala de los Reyes, con techo elíptico y chimenea decorada con semiesferas.
  • Tercer piso - Sala de Audiencias
  • Cuarto piso - Capilla
  • Quinto piso - Terraza de la torre

martes, 14 de septiembre de 2010

Cabo de Gata (Almería)

El cabo de Gata es un cabo localizado en el sur de la península Ibérica, frente al mar Mediterráneo, en la española provincia de Almería.

La negra lava, hoy desgastada, sigue brillando bajo el influjo de la luz solar durante los largos veranos de Almería. Si es que allí, alguna vez acaba la estación… El Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar se extiende a lo largo y ancho de treinta y ocho mil hectáreas de tierra y mar donde se alternan redondeados montes, playas arenosas, quebrados acantilados, llanuras polvorientas y calas minúsculas y solitarias. Un lugar donde el tiempo parece transcurrir más despacio y la brisa se llena con el sonido del batiente oleaje.

Casi tres mil horas de sol al año hacen de Sierra de Gata un lugar excepcional lleno de contrastes. Allí, se funden el mar y la montaña creando un conjunto difícil de describir en el cual, a pesar de la aridez que se aprecia a primera vista, es posible contemplar un tipo de belleza distinto, alejado de las altas cumbres cubiertas de espesa vegetación. En Cabo de Gata, por el contrario, las plantas muestran una desacostumbrada rudeza, producto de su necesaria adaptación, y palmitos, pitas y chumberas preludian el paisaje del cercano desierto de Tabernas. Un horizonte reseco y polvoriento en el cual se intercala una estrecha línea costera rota por negros acantilados y bellas calas.
Los acantilados no pueden ocultar su origen volcánico, pero si encierran pequeñas playas semivirgenes a las, habitualmente, sólo se puede llegar a pie y, en algunas ocasiones, únicamente por barco es posible acceder a ellas. En cualquier caso, el contraste de la roca negruzca con el agua argentina es suficiente invitación como para intentar, al menos, verlas desde la altura del barranco. Otras, más grandes, como Monsul, El Playazo o la Isleta del Morose muestran más accesibles, pero no menos hermosas, pues comparten el negror de la roca, la limpidez del agua y aportan dorada y fina arena en abundancia.

Con tales condiciones, no es pues extraño que se haya declarada una concreta protección sobre la zona. Así, elParque Natural del Cabo de Gata-Níjarabarca el extremo oriental del municipio de Almería capital, alargándose por el sur del término de Níjar hasta alcanzar Carboneras. Una especie de rectángulo que se extiende de norte a sur, teniendo como eje principal la propia línea de la costa y que no puede negar la influencia del cercano desierto almeriense que baja desde el Campo de Tabernas y desde la sierra Alhamilla, localizándose dunas y salinas en la franja costera y un paisaje de sierra de escasa altura azotada duramente por la erosión del viento, del sol y de las aguas marinas.
Como tal, la sierra de Cabo de Gata se originó durante un periodo volcánico que duró unos diez millones de años y que terminó hace unos siete millones de años. En ese periodo de tiempo, se sucedieron varias fases de reposo, erosión e influencia marina que, en la actualidad, se expresan en los tonos y las texturas de las rocas. Además, se registra una rica variedad mineralógica, que incluye oro, jaspe, ágata… especies todas ellas que se relacionan directamente con alteraciones hidrotermales.

En el parque luce el sol durante 2.900 horas al año, lo cual permite que las temperaturas medias se mantengan realmente altas, oscilando entre los doce grados centígrados de mínima y los diecinueve grados centígrados de máxima. Del mismo modo, las precipitaciones lluviosas son muy escasas, aportando no más de 170 milímetros cúbicos de agua por metro cuadrado. Escasez acompañada de una completa irregularidad, tanto en el espacio como en el tiempo, que puede provocar que, en un solo día, llueva hasta el cuarenta por ciento de dicha cantidad en puntos muy concretos. Por ello, no es de extrañar que sea un territorio sensiblemente seco, por el que corren algunos arroyos y sólo tres ríos, San Pedro, Aguas y Las Negras, que llevan caudal en los cortos periodos de lluvia. Además, en la mayoría de los casos los recursos hídricos se encuentran contaminados por sales (cloruros y sulfatos de sodio y magnesio).

Todo ello, da como resultado un conjunto de paisajes erosionados, tierra calcinada y vegetación rala elegido como único enclave europeo por el camachuelo trompetero y donde crece la única palmera europea autóctona, el palmito.